jueves, 1 de agosto de 2013

Qué cosas decir para complicar el desarrollo de nuestros hijos

Existe un sin fin de frases hechas y estereotipadas que hemos oído de nuestros padres y amigos, y que por costumbre también decimos sin pensar lo que puede estar recibiendo el menor. Algunas de estas frases pueden servir para desorientar y complicar el desarrollo de un menor saludable. Si quiere atormentar a los niños y causarles problemas en su autoestima utilice habitualmente estas expresiones.




1."Déjame en paz”

Quién no ha deseado un poco de paz. El problema es que, cuando habitualmente dices a tus hijos “no me molestes” o “estoy ocupado”, se internaliza ese mensaje y empezaran a creer que no tienes tiempo para ellos y es mejor buscar atención en otras personas. Si configura este patrón cuando sus hijos son pequeños, entonces pueden ser menos propensos a decir las cosas a medida que envejecen. Una alternativa es decir “Papá tiene que terminar una cosa. Cuando termine vamos a pintar". El menor no tiene que estar de acuerdo, pero sabrá que usted si tiene tiempo para él. 

2. Póngale etiquetas: "Malo, dócil, lento, trasto, listo"

Las etiquetas son atajos injustos para los niños: “¿Por qué eres tan malo con tu hermano?” o “¿Cómo puedes ser tan torpe?” A veces los niños nos escuchan hablar a los demás: “Es más lento que su hermana.” Los niños pequeños consideran que lo que dicen los adultos es cierto y eso les condiciona. 

3. “No llores”  “No te pongas así” “No seas bebé.” “No es para tanto" 

Los menores expresan sus emociones como saben y pueden, y viven sus experiencias de una forma diferente a la de los adultos. La alternativa a utilizar es la empatía; “Debes haberte sentido realmente triste cuando Pepa dijo que no quería ser tu amiga."

4. Compare a su hijo/a con sus hermanos o con los hijos de los conocidos

Puede ser que parezca útil usar como ejemplo a seguir a un hermano o a un hijo de amigo que destaque en alguna actividad o que se comporte como desearíamos que lo hiciera nuestro hijo. “Mira lo bien que Pepe se se está comportando”. Tu hija es ella misma, con sus habilidades y sus torpezas (esto no quiere decir que no pueda mejorar o incluso empeorar). Es natural que los padres comparen a sus hijos, para buscar un marco de referencia sobre sus logros o su comportamiento,  pero no deje que su hijo le oiga hacerlo. Los niños se desarrollan a su propio ritmo y tienen su propio temperamento y personalidad.  Hacer comparaciones no ayudará a que sean como la persona con la que le comparamos, puede ser incluso todo lo contrario, que busque ser aún más diferente o mine su autoestima (algo muy probable). 

5. Amenazar  

Las amenazas, por lo general son el resultado de la frustración parental y rara vez son eficaces. Decir; "Si vuelves a hacer esto..." no es de mucha utilidad. El problema es que tarde o temprano se tiene que hacer valer la amenaza o de lo contrario pierde su poder. Se ha encontrado que las amenazas de golpear a provocar más azotes. Algunos estudios han demostrado que las probabilidades de que un niño de dos años de edad repita una fechoría más tarde en el mismo día son del ochenta por ciento. No importa qué tipo de disciplina se utiliza. Así que es más eficaz para desarrollar un repertorio de tácticas constructivas, como la redirección, retirar al niño de la situación, o tiempos de espera, de lo que es confiar en los que tienen consecuencias negativas probadas, así como las amenazas verbales y los azotes. 

6. “Ya verás cuando llegue tu madre/padre a casa” 

Este familiarizado cliché de crianza no es más que otro tipo de amenaza. Para ser eficaz en la disciplina tiene usted hacerse cargo de la situación de inmediato y no esperar a un tercero. La disciplina que se pospone no conecta las consecuencias con las acciones de su hijo. El amenazar con la llegada de alguien para que imparta justicia también nos está quitando autoridad.

7.  “¡Date prisa!” 

Esto es algo que le pasa a todo padre cuyo hijo/a se levanta tarde, es lento en vestirse o remolonea para llegar tarde. Es difícil que un adulto no se ponga nervioso o enojado con alguien metiéndole prisa, a un menor le ocurrirá en mayor medida. En lugar de acoso verbal lo mejor es anticipar el tiempo que necesita y avisarle del tiempo que disponemos para hacer las cosas y del tiempo que el menor suele tardar.

8. "Es tu responsabilidad"

Evita alabar algo bien hecho de tu hijo, y si reclama utilizar es manido "es tu responsabilidad" para que no se pueda sentir orgulloso de lo que hace bien y no reforcemos así las conductas positivas para que no se repitan más. Una alternativa es usar las alabanzas con mesura, es decir, no todo lo que está bien hecho merece ser reconocido con grandes palabras, pero si con un "gracias" o un "guiño".


martes, 30 de julio de 2013

¿Por qué los menores se portan mejor fuera de la familia?

Muchos niños/as por estas fechas acaban de regresar de campamentos de verano y muchas familias se hacen la misma pregunta al saber de boca de los monitores que el joven hace todas las tareas asignadas (hace la cama, friega platos, barre y come sin quejas). En otras ocasiones podemos comprobar como niños muy traviesos se comportan con cautela en las visitas al médico o al psicólogo, en los actos sociales festivos como son las bodas, etc ¿Por qué? La respuesta es muy simple aunque no tan sencillo de aplicar en casa.



¿Por qué se portan así fuera de la familia?

1.Existe un fenómeno habitual en los menores que es el de comportarse mejor ante figuras de autoridad desconocidas o distantes, como puede ser un médico o un director de colegio.

2.En un entorno donde los iguales en edad se comportan de una forma socialmente aceptable, lo normal es que nuestro hijo/a acabe portándose así para formar parte del grupo o al menos para evitar críticas de sus compañeros.

¿Por qué en un campamento hacen las tareas del hogar?

1.Desde el primer día se establecen las normas (sencillas y concretas).

2.No hay alternativa a no cumplir las normas, salvo que quieran arriesgarse a que se le sancione quitándole actividades lúdicas.

3.Todos hacen las tareas, eso lleva a un efecto contagio (hombre, mujeres, niños, niñas, todos tienen tareas para hacer).

4.En la comida tampoco hay alternativa. Se come de menú, no a la carta como en casa, y a nadie se le obliga a comer más o menos. Si no comen cuando toca pasarán hambre, y después de la primera comida lo van a notar.


Si nuestros hijos han ido a un campamento y regresan más autónomos y responsables, no rompamos ese logro. Sigamos exigiéndoles un poco de autonomía y responsabilidad. Y si no han ido a ningún campamento, haz uno en casa, donde toda la familia haga sus tareas, donde no haya alternativa de comida, ni nevera para saquear, con normas claras y poco flexibles.

martes, 30 de abril de 2013

Hipnosis

Una de las herramientas de la psicología que más suele llamar la atención a quienes utilizan los servicios de mi consulta es la hipnosis o sugestión, posiblemente debido más a los mitos que a la realidad de esta técnica.

Qué es la hipnosis 
Definir la hipnosis es algo que aún no se ha realizado con satisfacción por parte de todos los investigadores y clínicos que la utilizan, puesto que existen dos grandes posturas sobre la misma: 
  1. Por un lado hay quienes consideran que la hipnosis genera un estado alterado de conciencia 
  2. Por otro lado hay quien piensan que la hipnosis se no modifica el estado de conciencia 
De uno u otro modo, los fenómenos que ocurren durante la hipnosis ayudan a las personas a mejorar sus problemas y sus capacidades.

Funciona la hipnosis 
El uso de la hipnosis clínica es eficaz y eficiente, probado tanto en la práctica clínica como en la investigación. A destacar su aplicación en: 
  • problemas de adicciones como el tabaco 
  • dolor (esta fue una de las primeras aplicaciones clínicas exitosas antes incluso de la llegada de la anestesia) 
  • sobrepeso (con protocolos muy establecidos)
  • síndrome del colon irritable
  • problemas de insomnio 
  • problemas atencionales y de memoria 
  • deporte (mejora el rendimiento, la motivación y la psicomotricidad) 

Una muestra del valor clínico que tiene la hipnosis es la existencia de una división dedicada a ella dentro de la APA (Asociación Estadounidense de Psicología), para quienes no conozca esta enorme asociación, diré que son los encargados de desarrollar los manuales diagnósticos de salud mental (DSM) con el que se diagnostican las patologías mentales en todo el mundo. 

Es peligrosa la hipnosis 
Desvincúlense de la idea teatralizada de la hipnosis, nadie hace nada que no quiera hacer, por lo tanto el peligro de su uso es reducido o nulo. Una aplicación correcta tendrá unos mejores o peores resultados terapéuticos pero no debería producir daño psicofísico a la persona. 

Cualquiera de puede beneficiar de la hipnosis 
Cómo la mayoría de los tratamientos, sean psicoterapéuticos o farmacológicos, hay gente que obtiene mejores resultados que otros; pero cualquier persona puede obtener una mejora con la aplicación de las técnicas sugestivas.

domingo, 10 de marzo de 2013

La Aceptación

Aceptación es uno de los conceptos bandera de la nueva psicología clínica, todos los nuevos modelos de psicoterapia hablan de una u otra forma de la aceptación, aunque cada modelo use mecanismos diferentes para llegar a la misma meta. 




¿Qué es la aceptación? 

Es desde el punto de vista psicológico, es el procesamiento sin crítica de los acontecimientos y emociones como algo que ocurre en este instante irremediablemente, y por tanto no es generador de malestar en la persona. 

¿Quiere decir que debemos resignarnos? 

No. La resignación tiene el matiz emocional de la frustración, y por tanto conlleva un malestar impropio de la aceptación; la cual no significa que las situaciones no deban o puedan modificarse, sino que se viven como son, eliminando la subjetividad de los juicios. 

¿Debemos entonces cambiar las situaciones que nos crean malestar? 

Cuando una situación es generadora de molestia podemos hacer principalmente tres acciones: 

  • Cambiarla si es posible
  • Apartarnos de ella 
  • Aceptar que exista, como existe también el Sol o la Luna: nuestras vidas se organizan en parte por las horas de luz y oscuridad, sin que nos cause un malestar esto. Aceptamos al Sol y podemos aceptar cualquier situación en el caso de no querer o poder cambiarla. 

¿La aceptación supone no padecer dolor emocional? 

No. El dolor emocional resulta inevitable y sano mentalmente. Sin embargo, el sufrimiento supone el aferrarse al mundo negativo (sea real o imaginario) que vivimos, hemos vivido o viviremos. La aceptación nos ayuda a evitar el sufrimiento y a sentir el dolor en el momento que le corresponde. 

¿Cualquier sensación o situación se puede aceptar? 

Sí. Aunque puede requerir un mayor o menor empeño según qué circunstancias. Tomamos como ejemplo el dolor crónico y una metáfora que se utiliza habitualmente: 

  • Si eres un conductor de un autobús que es tu vida, y un día se suben unos pasajeros indeseables como el dolor, lo primero que intentas es echarlos, pero no puedes; entonces te dedicas a estar pendiente de qué hacen y dónde quieren ir para que no se enfaden, lo que supone perder el control del autobús. Pero si un día los ves como si fueran unos pasajeros más que tienes que llevar, entonces conduces el autobús por donde quieres tú y retomas el control de tu vida. 

¿La aceptación es una herramienta, una filosofía, una técnica? 

Puede ser cualquiera de esas ideas, lo importante es que es útil y es capaz de reducir el sufrimiento en cualquier persona que esté dispuesto a aplicarla. 

¿Cualquiera puede utilizar la aceptación? 

Al igual que en el deporte, la música, las letras o las matemáticas, hay personas más dotadas que otras para esta práctica, no obstante con las orientaciones adecuadas y la práctica cualquiera puede beneficiarse de la aceptación.

domingo, 24 de febrero de 2013

Cinco halagos y una crítica

Críticas, reproches y culpabilizaciones suelen imperar hacía los demás o hacia uno mismo. Existe cierta sobrecarga de estos aspectos negativos, y en cambio podemos observar que los halagos y reconocimientos se prodigan mucho menos, algo que de por sí clama por injusto tampoco suele tenerse demasiado en cuenta ya que se cae en el hábito de pensar que lo “bien hecho" es un deber y por tanto no merece ser mencionado, que el no mencionar de forma negativa significa que estamos satisfechos y caemos nuevamente en no reconocer lo “bien hecho” o pensamos que es contraproducente mencionar la buena labor de los otros por si se lo “creen demasiado”. 

Lamentablemente, las investigaciones además de demostrar lo ya sabido, recibimos menos halagos que críticas, también ha encontrado una necesidad emocional en las personas de ser recompensadas o reconocidas por lo que hacen bien. Debido a la mayor sensibilidad y desprotección hacia la crítica, los expertos recomiendan dar una crítica por cada cinco halagos, para mantener una salud mental más adecuada en los demás. 

Recibir de forma habitual críticas sin halagos tiene un precio, es el de llegar a creer que uno no vale, que no es bueno para un trabajo o para otra persona. Esto un desmoronamiento de la autoestima; donde el intento por mejorar no ve recompensa y por tanto desalienta aún más. 

Es posiblemente el peso de lo negativo, que destaca como una mancha en un fondo blanco, lo que nos lleva a sentir la necesidad de señalar lo que vemos equivocado o “mal hecho”; esta necesidad se dispara en el caso de que tengamos una posición superior o ejerzamos algún tipo de responsabilidad (familiar, laboral o social). Como ejercicio personal deberíamos tomar conciencia de nuestra capacidad de criticar y de elogiar, pensar cuántos halagos damos y cuántas críticas. Esta reflexión también podemos hacerla sobre lo que recibimos de los demás. 

En definitiva, es positivo elogiar a los demás cuando lo merecen, como es bueno saber recibir y disfrutar de un halago merecido. Lo que no es bueno es depender de los halagos de los demás, eso nos hace demasiado vulnerables al mundo exterior y acabamos haciendo lo que sea necesario para tener reconocimiento; por lo que la conciencia y el autoreconocimiento de lo que realizamos bien es necesaria para mantener una autoestima sana y fuerte, que se alimente tanto de lo que recibe del exterior como del interior.




domingo, 17 de febrero de 2013

Verdades vs Mentiras sobre la Depresión

¿Tristeza o depresión? 


Coloquialmente se ha cambiado el término tristeza por el de depresión, aunque la realidad es muy distinta; ya que la tristeza hace alusión a un estado de ánimo bajo y pasajero, mientras que la depresión es un trastorno del estado de ánimo donde está incluida la tristeza, que puede o no ser pasajero pero que en todos los casos afecta notablemente a la vida y actividades de la persona. Una depresión es un problema de salud mental, y como tal debe ser considerado; sin minimizarlo ni dramatizarlo. 

Como muchas otras problemáticas de salud, la depresión esta también está rodeada de un halo de mitos, pseudociencias y opiniones acertadas y desacertadas. Quiero por ello acercarme a algunas de las mentiras y verdades que habitualmente se escuchan y leen sobre la depresión. 

Verdades y Mentiras de la Depresión 


Mentira: La depresión es tener una mala racha de ánimo que se pasa sola. Más bien es un síntoma neurofisiológico complejo que no se puede controlar a voluntad. 

Verdad: Los hombres y las mujeres son diferentes respecto a la depresión. Las mujeres son más propensas a la depresión según las estadísticas, sufriendo esta con un ánimo decaído y apático. Los varones tienen depresiones más severas, siendo sus reacciones agresivas y de huida mediante sustancias (también tienen mayor riesgo de suicidio). 

Mentira: La depresión está sólo en tu cabeza, no existe. En realidad la depresión se manifiesta en todo el cuerpo, no únicamente en los pensamientos; y en algunos casos puede ser una manifestación de enfermedades que afecten a la hormonas y a los neurotransmisores. 

Verdad: Hay riesgo de depresión durante el embarazo. Sobre el 10% de las mujeres embarazadas sufren de depresión prenatal (esto aumenta la probabilidad de partos prematuros). La causa son los cambios hormonales en sintonía con problemas personales. 

Mentira: La depresión postparto no existe. Cerca del 10% por ciento de las mujeres padecen depresión postparto. Esto se debe a los cambios hormonales y a la actividad intensa del cuidado del recién nacido, que implica por ejemplo alterar el ciclo sueño-vigilia. Algunos de los síntomas de la depresión postparto son: dificultad en toma de decisiones, irritabilidad, ira, fatiga crónica, sentimientos de culpa e inutilidad, y pensamientos de hacerse daño a sí misma o su hijo. Se recomiendan pedir ayuda si estas señales duran más de quince días. 

Verdad: El estrés puede desencadenar depresión. Investigaciones aseguran que el estrés y la depresión circulan por los mismos circuitos cerebrales, por tal motivo, las tensiones vitales constantes o los traumas, puede desencadenar una depresión.

Mentira: Los remedios naturales contra la depresión son seguros. Algunos tratamientos son inofensivos, otros inefectivos, algunos tienen demostrada su valía y en algunos casos pueden ser nocivos, por ejemplo la hierba de San Juan, uno de los activadores naturales más populares para el estado de ánimo no es seguro en todos los casos ya que puede interferir con los medicamentos usados para tratar enfermedades cardíacas  depresión, algunos tipos de cáncer y trasplantes de órganos. 

Verdad: Es normal estar triste cuando algo malo sucede. Es normal sentir dolor cuando se atraviesa por momentos difíciles como la pérdida de empleo, una ruptura sentimental o el fallecimiento de un ser querido. 

Mentira: Todos tienen los mismos síntomas de depresión. Lo cierto es que los síntomas del cuadro depresivo son diversos y pueden variar en cada persona, tanto en intensidad como en el tipo de síntomas. 

Verdad: La depresión se cura. Los datos demuestran que con un tratamiento adecuado la mayoría de las personas remiten completa o parcialmente del problema anímico que padecían, volviendo a tener el control de sus vidas.

Para más información o consultas en: www.psicoterapiamalaga.com



miércoles, 13 de febrero de 2013

Suicidios: un problema de siempre

Alarma social

Parece que se está dando una alarma social debido a un tema tan importante como el de quitarse la vida, que sin restarle valor hay que colocarlo en su sitio. El despertar mediático sobre informar en casos de suicidios es reciente debido a las presiones de grupos ciudadanos que acertadamente han señalado a estos casos como relevantes para la opinión pública y de ahí que se hayan vuelto algo noticiable, cosa que antes no sucedía (pero también existían). 

Datos preocupantes


Tenemos que remontarnos como más reciente a datos del 2011, puesto que son los últimos que ofrece el Instituto Nacional de Estadística. Las cifras nos indican que desde el 2000 hasta el 2011, el número de suicidios anualmente se encuentra siempre entre 3000 y 3500 personas que se quitan la vida voluntariamente (más de 200 personas intentan suicidarse al día, con 8-9 muertes por suicidio consumado); situándose como la primera causa de defunción de causa externa al individuo (por delante de los accidentes de tráfico). El factor de sexo también es relevante, puesto que 8 de cada 10 fallecidos por esta circunstancia son hombres. 

Hoy dos factores muy relevantes que debemos tener en cuenta, el primero de ellos es que a partir de 2007 el número de despidos y por tanto el paro crece progresivamente, pero los datos no nos dan un número mayor de suicidios. El otro factor es el de los desahucios, que se vuelven más relevantes a partir del 2010 hasta llegar a cifras dramáticas (más de expedientes de desahucio 50.000 expedientes de desahucio por año desde 2010), aquí no podemos determinar por falta de datos si existe un incremento de muertes por suicidio, es posible que esta situación haya incrementado las cifras de muerte. Otro dato relevante es el de los motivos de quitarse la vida, donde antes el principal era el desamor que pasa a un segundo lugar, ahora el primer precipitante de suicidio es la situación económica que conlleva una serie de preocupaciones y de crisis personales llevando en algunos casos al trágico desenlace. 

Un problema de salud mental


Una gran mayoría de los suicidas tiene problemas de salud mental (90-95%), principalmente problemas relacionados en el estado de ánimo y en segundo plano estarían los problemas existenciales. Esto nos indica que la intervención sociocomunitaria, familiar e individual sería una forma de evitar esta respuesta antes los problemas. Es imprescindible un abordaje multidisciplinar del suicidio, un tratamiento que incluya la psicoeducación, sanidad, política, medios de comunicación, el aspecto profesional, afectivo, familiar y las relaciones sociales. Este es un problema que afecta a todos, por tanto cada cual puede aportar.


sábado, 9 de febrero de 2013

El profesor me tiene manía: la importancia de las expectativas

Importancia de las expectativas


¿De qué manera pueden verse influidos nuestros comportamientos a partir de las creencias que tienen los demás sobre nosotros? ¿Las expectativas favorables que sobre nosotros tiene nuestro entorno pueden llevarnos a llegar más allá de lo que pensábamos? O, por el contrario, ¿cuántas veces ni lo hemos intentado o nos ha salido mal, movidos por el miedo al fracaso que otros nos han transmitido, por su falta de confianza o por su invitación a que abandonemos? 

El efecto Rosenthal o Pigmalión 


Uno de los más conocidos estudios sobre el efecto de las profecías autocumplidas es el que llevaron a cabo en 1968 Robert Rosenthal y Lenore Jacobson. El experimento consistió en informar a un grupo de profesores de primaria sobre los resultados destacados de un test que habían aplicado a sus alumnos (un test que en realidad no se había hecho). Los profesores fueron advertidos de que esos alumnos destacados serían los que obtendrían mejores resultados durante del curso. Ocho meses después, las notas de estos alumnos presuntamente destacados fueron mucho mejores que las del resto. ¿Qué significó esto? Sencillamente que los maestros se crearon tan alta expectativa sobre esos alumnos que actuaron a su favor. De alguna manera, los maestros convirtieron sus percepciones sobre cada alumno en una didáctica individualizada que les llevó a confirmar lo que les habían avisado que sucedería.

En pocas palabras podemos decir que el efecto Pigmalión es: la creencia que una persona tiene sobre otra, y la posterior influencia en la conducta de ambos implicados para demostrar que la creencia es cierta. 

Sin duda, la predisposición a tratar a alguien de una determinada manera queda condicionada en mayor o menor grado por lo que te han contado sobre esa persona. La perspectiva de un suceso tiende a facilitar su cumplimiento. Y esto ocurre en todos los ámbitos. 

En economía, un caso del cumplimiento del efecto Pigmalión se vivió con la crisis económica de 1929. Si muchas personas están convencidas de que el sistema económico se hunde, se hundirá. Incluso hablando de nuestra propia salud, el efecto Pigmalión se manifiesta en el también conocido efecto placebo: hay quien cree obtener del medicamento lo que necesita obtener cuando en realidad se trata de una pastilla sin principios activos. ¿Por qué cura entonces, en determinados casos, un caramelo inocuo? Porque el médico dice que así será; porque alguien en quien creemos asegura que nos hará bien y porque deseamos curarnos. También en las relaciones amorosas podemos ver este efecto, en algunos casos ha bastado que el celestino en susurre al oído del interesado/a la insinuación del deseo de un tercero para que la mirada y el lenguaje del cuerpo cambien radicalmente y propicien una primera aproximación. 

Las profecías tienden a realizarse cuando hay un fuerte deseo que las impulsa. Del mismo modo que el miedo puede conducir a que se produzca lo que se teme, la confianza en uno mismo, aunque sea contagiada por un tercero, puede dar el impulso necesario para conseguir lo deseado. 



martes, 5 de febrero de 2013

Recomendaciones si tu familiar tiene depresión

La familia también sufre la depresión


Una de las partes del problema de la depresión clínica que está más abandonada y de la que más se habla: es la familia; sin duda la persona con el problema es el protagonista en las consultas y en los centros ambulatorios; pero en las últimas década se ha venido intentando potenciar la necesidad de orientar a la familia en el cuidado de su ser querido. No podemos olvidarnos que los que rodean a una persona con depresión también sufren; y en muchos casos no comprenden lo que sucede, ya que aparentemente puede no haber motivos para el estado del enfermo. 

Qué puede hacer la familia 

  • Tener actitud comprensiva y abierta, que permita el diálogo; teniendo en cuenta que la persona deprimida suele tener una especial sensibilidad para los aspectos tristes, siendo incapaz de ver los positivos. 
  • Es inútil preguntarle los que le ocurre, ya que él tampoco sabe lo que le pasa. Si se insiste en ello, lo único que se conseguirá es que se sienta más incomprendido y molesto. 
  • Es improductivo el uso de argumentos para que salga de esa situación; debemos entender que no está así por su gusto. No servirá de nada que le digamos que se anime o que haga más cosas (salir, viajar, leer, manualidades, trabajar), son consejos que no podrá ni querrá seguir. 
  • Es conveniente transmitirle el sentimiento de que se les quiere y de que se tiene interés en ellos (sin excederse para que no se agobien). 
  • Importante es ayudarle a que reciba y siga los tratamientos adecuados. 
  • Proporcionar apoyo emocional de la familia mejorará la situación y el pronóstico de la persona afectada (comprensión, paciencia, afecto y estímulo). Hable con la persona deprimida y escúchela con atención. No minimice los sentimientos y ofrezca esperanza. Invite con delicadeza a realizar actividades conjuntas ya que la persona deprimida necesita ocio y compañía, pero demasiadas exigencias pueden aumentar sus sentimientos de inutilidad. 
  • Evite acusarle de fingir, de ser perezosa, o de que está así porque quiere. 
  • Mantenga la paciencia y la esperanza, con tratamiento, la mayoría de las personas mejora (transmita esta idea de forma habitual)

sábado, 2 de febrero de 2013

¿Tienes un problema de alimentación?

Hazte estas preguntas y responde con sinceridad

  • ¿Pasas demasiado tiempo pensando que alguna parte de tu cuerpo debería ser diferente? 
  • ¿Estás descontenta/o con tu aspecto frente al espejo? 
  • ¿Te saltas comidas? 
  • ¿Mides las calorías y el valor nutricional de cualquier alimento que comes? 

En el caso de una respuesta afirmativa continúa leyendo… 

Es normal en la cultura donde nos encontramos sentir que debiéramos tener ciertas medidas para poder ser feliz o estar bien de salud. Podemos creer que hacer una dieta es algo normal o hasta necesario en tu vida porque se ha convertido en algo cotidiano. Pero la preocupación constante por el peso, los gramos y las calorías, pueden ser el comienzo de un círculo vicioso de satisfacción baja y obsesión con tu cuerpo. Lo que haces para estar delgada puede en algunos casos derivar en una pérdida de control, y convertirse en un serio trastorno alimenticio que puede poner en peligro tu vida. Aunque tu problema alimenticio no llegue a un punto extremo o enfermizo puedes estar perdiendo parte del control de tu vida mientras pasas tu tiempo haciendo dietas. Porque te peses, saltes comidas, cuentas calorías o hagas ejercicio excesivo, no significa necesariamente que padezcas de un trastorno alimenticio. Puedes estar experimentado lo que se conoce como “comer desordenado” o problema alimenticio. 

Comer desordenadamente es cuando la actitud en relación a la comida, peso y talla te llevan a una dieta estricta y a una actividad física regular al punto que todos estos comportamientos pueden comprometer la salud, la felicidad y la seguridad personal. Comer desordenadamente puede comenzar con el deseo de perder algunos kilos o de estar en mejor forma. Estos comportamientos pueden traer como consecuencia la pérdida del control, convertirse en obsesiones y por último pueden llegar a convertirse en un trastorno alimenticio. 

Si te preguntas si padeces un problema de alimentación, entonces pregúntate lo siguiente:

  • ¿Evitas comer delante de otras personas? 
  • ¿Calculas constantemente el peso de los alimentos y el número de calorías? 
  • ¿Te pesas frecuentemente y te obsesionas con la cifra obtenida? 
  • ¿Te ejercitas porque sientes que debes hacerlo para perder peso, no porque lo deseas? 
  • ¿Tienes un gran temor a subir de peso? 
  • ¿Sientes alguna vez descontrol cuando comes? 
  • ¿Tus hábitos alimenticios incluyen dietas extremas, preferencia por ciertos alimentos, aislamiento o comportamientos rutinarios a la hora de la comida? 
  • ¿Perder peso, hacer dietas y controlar los alimentos que ingieres se han convertido en unas de tus preocupaciones? 
  • ¿Te sientes avergonzada, disgustada o culpable después de comer? 
  • ¿Piensas demasiado en tu talla o tu peso? 
  • ¿Sientes que tu persona y tus valores dependen de cómo te ves o cuánto pesas? 

En el caso de haber respondido afirmativamente a cualquiera de estas preguntas, puedes estar enfrentando a lo que conocemos como problema de alimentación (no quiere decir que se padezca una enfermedad). Posiblemente estos pensamientos y conductas estén afectando a tu salud mental y física. Es importante que comiences a plantearte tus hábitos y preocupaciones ahora, en vez de esperar a que la situación sea más grave y ya no se pueda manejarla. 

¿Y ahora qué? 

Habla sobre tus preocupaciones. Háblalo con un familiar, un amigo, un profesional de la salud, un educador. Coméntales lo que te está sucediendo. Si te da miedo o es muy difícil, puedes informarte más a través de mi web en la sección de preguntas (www.psicoterapiamalaga.com). Es importante que encuentres apoyo para así cambiar tus pensamientos y conductas; puede mejorar tu vida.


jueves, 31 de enero de 2013

No peses tu autoestima

Qué es un trastorno alimenticio

Son conductas relacionadas con la alimentación inadecuada y perjudiciales para la salud física y mental. En algunos casos producidas por una desmedida preocupación por la talla, el peso o la calidad de los alimentos, en otros casos provocadas por conductas compulsivas para calmar la ansiedad.

Cómo se desarrolla

Los trastornos alimenticios pueden desarrollarse por una combinación de condiciones psicológicas, interpersonales y socioculturales. Sentimientos de inutilidad, depresión, ansiedad, soledad, así como problemas familiares y de relaciones personales pueden contribuir al desarrollo de estos trastornos. La idealización mediática y cultural por la delgadez y el cuerpo perfecto, también son factores contribuyentes a estos problemas. Realizar dietas, ayunar y purgarse son métodos que utilizan algunas personas para manejar emociones dolorosas y para sentir que controlan sus vidas. A su vez, estas conductas deterioran la salud física, la autoestima y la autoeficacia.

Cómo conseguir una Imagen Positiva
  1. Agradece lo que tu cuerpo puede hacer por ti. Cada día tu cuerpo te acerca más a tus sueños. Celebra todas las increíbles cosas que tu cuerpo hace por ti: andar, correr, besar, bailar 
  2. Crea una lista de diez cualidades que aprecias de ti. Lee la lista con frecuencia. Añádele cualidades a medida que te das cuenta de otras que aprecias de ti. 
  3. Recuerda que la belleza no está únicamente relacionada al cuerpo. Cuando te sientes feliz contigo, te desenvuelves de una manera segura, te aceptas, eres más receptiva al mundo externo e interno. Todos estos sentimientos pueden hacerte sentir atractiva/o; porque la sensación de belleza es un estado mental, no una condición de tu cuerpo. 
  4. Mírate como una persona completa. Cuando te veas en el espejo o en tu mente no te centres solo en partes específicas de tu cuerpo. 
  5. Rodéate de personas positivas. Es más fácil sentirse bien con uno mismo y con nuestro cuerpo cuando nos rodeamos de personas que nos apoyan y reconocen que lo que en realidad cuenta es como uno es por naturaleza. 
  6. Silencia a esas voces internas que dicen que tu cuerpo no es el correcto o que eres una mala persona. Puedes remplazar esos pensamientos negativos por pensamientos positivos. 
  7. Utiliza ropa que sea cómoda y que te haga sentir bien en relación a tu cuerpo. Trabaja con tu cuerpo no en su contra. 
  8. Conviértete en un crítico de los mensajes de la sociedad y de los medios de comunicación. Presta atención a las imágenes, eslóganes o actitudes que hacen sentirte mal contigo y con tu cuerpo. Protesta en contra de estos mensajes con tus familiares y amigos.
  9. Piensa en algo agradable para hacerle saber a tu cuerpo que lo aprecias. Toma un baño de espuma, toma una siesta, busca un lugar donde puedas relajarte y sentirte en paz. 
  10. Utiliza el tiempo y la energía que pasas preocupándote por la comida, las calorías y por tu peso, haciendo algo para ayudar a los demás. Algunas veces, el ayudar a otras personas hace que te sientas mejor.

sábado, 26 de enero de 2013

Aumenta el consumo de psicofármcos

Según los datos obtenidos por la Encuesta sobre Alcohol y Drogas en España 2011-2012, el consumo de drogas ilegales ha disminuido, por el contrario nos encontramos con una duplicación en el número de personas que toman somníferos y tranquilizantes, pasando del 5,1% en 2005 al 11,4% en 2011. 

Este tipo de sustancias se han vuelto muy cotidianas en nuestra sociedad, en nuestro vocabulario y en nuestro botiquín particular. A este uso tan popular se le conoce como PSIQUIATRIZACIÓN social. 

Los motivos de esta subida de los psicofármacos no está clara, por un lado se achaca a la situación económica que ha generado mayor estrés en la mayoría de la población (desempleo, incertidumbre de futuro, migraciones, embargos), por otro lado se alude a la patologización de casos que antes eran considerados o tratados de otra forma, como la timidez o la desobediencia de los menores; posiblemente ambas ideas sean correctas y estén generando que una de cada diez personas use de forma frecuente esta medicación. 

Las consecuencias aún están por determinar, puesto que los datos no establecen si es uso o abuso, aunque se especula con la automedicación y el consiguiente peligro de la misma. De cualquier manera, una sociedad cada vez más necesitada de psicofármacos es una sociedad que sufre y trata de paliar ese sufrimiento con fármacos.


sábado, 19 de enero de 2013

¿Cómo dormir mejor?

Consecuencias del insomnio

El sueño y la calidad del mismo, es una necesidad importante para cualquier animal, especialmente para los mamíferos. Problemas en el sueño llevan consigo una serie de complicaciones tanto físicas como psíquicas, como son: 

  • problemas de atención y de memoria 
  • irritabilidad 
  • depresión 
  • alucinaciones 
  • somnolencia y cansancio crónico 
  • depresión 
  • paranoia 

La población con problemas de insomnio oscila en España entre el 10% y el 35% según la fuente consultada, por lo que existe un número significativo de personas que tiene que lidiar de forma habitual con esta circunstancia.

Para dormir mejor 

Damos algunas claves que pueden ayudar a solventar este problema y mejorar la calidad del sueño: 

  -Evite beber alcohol cerca de la hora de dormir (porque favorece un sueño liviano de poca calidad). 

  -Evite bebidas con cafeína (dificulta la inducción al sueño y aumenta los despertares) 

  -Evite el tabaco (la nicotina es un estimulante) 

  -Realice ejercicio diariamente pero no justo antes de la hora de dormir (porque la actividad física activa el nivel fisiológico). 

  -Relájese antes de ir a la cama, por ejemplo mediante un baño, la lectura, música, meditación. 

  -No se acueste hambriento, pero no coma antes de dormir y evite cenas con digestiones pesadas. 

  -No coma ni beba a menos de dos horas de irse a la cama (una vejiga llena produce despertares nocturnos, y un proceso digestivo complica la inducción al sueño). 

  -Vaya a la cama sólo cuando se tenga sueño. 

  -Acuéstese y levántese (preferiblemente con luz), siempre a la misma hora (para regular el biorritmo del sueño) 

  -Mantenga el dormitorio silencioso y oscuro (la luz durante el sueño empeora la calidad del mismo) y a una temperatura agradable. 

  -No busque el sueño, deje que venga; y si no viene pasados 30 minutos, váyase de la cama 

  -No tenga un reloj accesible en el dormitorio (porque su visionado generará ansiedad). 

  -Elimine las siestas durante el día si tiene problemas para dormir en la noche. 

Si después de haber puesto en práctica durante un tiempo estas recomendaciones aún tiene un despertar con sensación de cansancio o tiene dificultad para conciliar el sueño, acuda a un profesional (médico o psicólogo). 

Felices Sueños


martes, 15 de enero de 2013

Cómo detectar el Acoso Escolar

El bullying o acoso escolar es el proceso de abuso e intimidación sistemática y constante en el tiempo por parte de uno o varios niños/as hacia otro que no tiene posibilidad de defenderse o no quiere hacerlo. Es una violencia asimétrica (uno tiene el poder y el otro no logra enfrentarlo adecuadamente) y habitualmente ocurre a espaldas de los adultos. Este acoso puede o no extenderse al mundo virtual, lo que se llama ciberbullying.

El acoso escolar suele llevarse en secreto por parte de la víctima, debido a intimidaciones o a la vergüenza de contarlo, no obstante tiene una serie de indicadores que pueden ayudarnos a detectar esta situación. Aunque cada niño es diferente y se enfrenta a estas situaciones a su modo, un cambio de conducta y de actividades sin explicación, puede ser indicador de que algo está pasando. 

Los signos típicos de acoso escolar son: 

Ridiculizados en el centro educativo: tienen motes ofensivos, son insultados habitualmente; no siendo un juego del que el niño participa, sino que sufre por ellos.

Participación en peleas: en las que está en inferioridad. Es agredido o presionado para pelear. 

Reducido grupo social: tienen poca relación con sus compañeros de clase, son los últimos en ser elegidos para los juegos, se quedan solos en los recreos, y fuera del centro escolar no tienen actividades sociales con las personas de su edad. 

Dificultades para hablar en público: no hablan en clase (ni para bien ni para mal), pasan desapercibidos, y parecen siempre inseguros y nerviosos. 

Tristeza: ánimo caído y aparentemente preocupados. En casa pueden mostrarse enojados y ser desobedientes. 

Dificultades para mantener la atención y la concentración: esto se refleja en su rendimiento escolar (aunque no siempre es así). 

Pierden objetos o dinero: normalmente son entregados al acosador, • Roturas: llegan a casa con la ropa y el material escolar roto o dañado. 

Negativa de ir al colegio: Se niegan a ir, fingen malestar, piden que se les acompañe, van por rutas alternativas para no encontrarse con sus acosadores. 

No salen a la calle: por desgana o temor, abandonar actividades que antes le gustaban. • Trastornos psicosomáticos: dolores y malestar gástrico o de cabeza; intensificados el domingo porque el menor anticipa la llegada del lunes y con ello tener que ir a clase.

Trastornos del sueño: insomnio, pesadillas, terrores nocturnos, enuresis (orinarse en la cama) • Marcas: golpes, arañazos, rozaduras; que no explican o lo hacen sin credibilidad.


jueves, 10 de enero de 2013

Celos en la pareja

Coloquialmente se denomina CELO a la reacción ante la sospecha de que la persona amada nos reste atención en favor de otra, o al sentimiento de envidia hacia los logros y/o posesiones de otra persona. Explicamos los celos como una respuesta emocional que causa malestar, y surge cuando una persona percibe una amenaza de pérdida total o parcial de algo que considera propio, como puede ser las atenciones de la pareja o la permanencia de esa persona como nuestra pareja. 

Los celos se dan en todas las culturas y en todos los animales, sin distinciones de estatus social, cultural o económico; siendo motivo de frustraciones, discusiones, rupturas, violencia y una larga lista de perjuicios para el que los padece de forma directa o indirecta. 

Existen muchas clasificaciones de tipos de celos, nos centraremos en los que tienen que ver con la pareja, pudiendo ser reactivos (ha existido infidelidad o no hay un compromiso de la pareja hacia el otro) u ocasionales (ocurren en situaciones muy concretas), los distintos tipos son: 

-Celos públicos: Cuando la persona desconfía de su pareja y la interroga sobre sus conocidos de forma habitual, también puede preguntar a otras personas sobre las acciones de su pareja. 

-Celos privados: No manifiesta directamente su desconfianza, es de tipo pasivo agresivo, trata de desvalorizar al círculo social de su pareja y las actividades de su pareja que considera peligrosas para mantener su relación. 

-Celos exagerados: Este tipo de celos se dan cuando no hay motivos de sospecha real (para el celoso siempre existe la duda) y la persona celosa discute visceralmente y crea fantasías. 

-Celos patológicos o celotípicos: Es el término que da la psicología a la enfermedad metal a causa de los celos. Emocionalmente producen ansiedad y agresividad (física o verbal), cognitivamente provoca pensamientos invasivos (fantasías de infidelidad), y conductualmente buscará controlar a su pareja en todos los aspectos vitales mediante interrogatorios, seguimientos, prohibiciones, castigos; pudiendo fácilmente derivar en maltrato. 


Remedios para la Gente Tóxica

El Veneno

El veneno social, laboral y relacional puede afectar a cualquier persona que se encuentre en una situación o relación que esté generando en el cerebro cortisol (hormona que se produce en situaciones de estrés, y de forma constante genera una respuesta física y psíquica de enfermedad), pero puede ser tratado; este  TÓXICO SOCIAL se puede erradicar de nuestras vidas si sabemos cómo. 

Estas son algunas de las formas de librarnos de la toxicidad: 

-Observación: Hay que detectar la toxicidad para sacarla de nosotros, no es cuestión de huir sino de hacerle frente. Sólo gracias a esa toma de conciencia de nosotros y de nuestras relaciones con los demás podemos modificarlo. 

-Adaptación: En situaciones muy tóxicas, se pueden desarrollar estrategias para adaptarse a ella y mantener una buena salud mental. Todos tenemos la capacidad de buscar lo bueno de cada situación. 

-Abstracción: Poder cerrar la puerta a una información es una capacidad que se entrena y mejora hasta conseguir que los bombardeos de mensajes venenosos no traspasen nuestras puertas. 

-Autoestima: Potenciar las capacidades y gustos que cada uno tiene mediante la realización de actividades que refuercen nuestras aptitudes y habilidades. 

-Relaciones sociales: Cultivar los vínculos afectivos auténticos y las relaciones sociales basadas en valores y no en intereses. Fomentar la independencia y mantener una buena red social. 

-Sin victimismo ni culpabilizaciones: Cortar el pensamiento invalidante que nos repetimos sobre lo desafortunados que somos, y terminar con la costumbre de señalar a los demás como culpables de todas las desdichas propias.

-Solidaridad: Ayudar a los demás o implicarse en acciones solidarios es una buena forma para salir de la toxicidad y reforzar nuestra autoestima. 

-Retirada: En ocasiones hay que abandonar las situaciones contaminantes. Hay momentos en que una retirada a tiempo es una victoria que nos permite no convertirnos en PERSONAS TÓXICAS.




miércoles, 9 de enero de 2013

Cómo Identificar a la Gente Tóxica

Persona Tóxica 

El psicólogo argentino Bernardo Stamateas popularizo el apelativo de GENTE TÓXICA mediante su exitoso libro que lleva el mismo nombre; son personas que en principio aparentan ser amistosos y desinteresados. Utilizan en su comunicación sutiles bromas e ironías hirientes para ridiculizar y desalentar a los demás. Tratan de minar la estima de los otros para sentirse más importantes y seguros; "Sólo si tú disminuyes él o ella podrá crecer". Atienden más a tus errores e ignoran tus éxitos, suelen gustar de hablar mal a las espaldas para echar por tierra tu reputación. Son ese tipo de personas que se consideran únicos, en posesión de la verdad e irremplazables en su saber hacer. Aunque comparto más la opinión de psicólogo español Juan Cruz quien opina que no existen personas completamente tóxicas sino situaciones tóxicas que hacen a la gente convertirse en VENENOSAS para los demás. En pocas palabras: todos hemos sido tóxicos en algún momento. 

Tipos de Persona Tóxica

Con el fin de evitarlos lo primero es saber reconocerlos, hay muchos tipos de gente venenosa, los más destacados son: 

-Culpabilizador: La culpa hace que nos detengamos en la búsqueda de nuestras metas. Este tipo de persona transmite el mensaje: "No eres bastante bueno", "tú me haces ser así" o "si no hubieras hecho… no habría pasado esto". 

-Envidioso: Hablará con otros en busca de aliados para envenenarlos, porque su intención es boicotear tus proyectos. No soporta el éxito ajeno. 

-Descalificador: Pretende controlar nuestra autoestima, hacernos sentir sin valor para que él pueda destacar y ser el centro de atención. 

-Agresivo: Los gritos, insultos, reacciones desproporcionadas y fuera de lugar son sus armas para hacer a la otra persona sentirse inútil, débil e insegura. Quiere ser temido para ser respetado. 

-Sociópata: Son tus amigos mientras les sirves, una vez alcanzados sus objetivos te desechan y te tratan como si no te conocieran. Siempre se ofenden por todo y con todo aquel que no les convenga para sus fines. Hablan mal de todo el mundo. Son resentidos, no aceptan sugerencias y les cuesta sentir empatía ante el sufrimiento ajeno. 

-Chismoso: Este tipo de persona divulga rumores constantemente para menoscabar la imagen de los demás. Busca notoriedad y amistades a través del cotilleo. 

-Quejoso: Se lamenta todo el tiempo. Es dependiente de los demás y espera a que le resuelvan sus problemas. Tiene una mente cerrada, duda de todo y no tienen aspiraciones. 



 



lunes, 7 de enero de 2013

Pasos para ser más feliz

Ser feliz es a fin de cuentas el objetivo de todas las personas, cómo llegar a ello o qué es la felicidad para la persona es muy diverso, algunas personas son felices cuando encuentran trabajo, otras cuando consiguen que sus hijos aprueben el curso, algunas requieren de nuevas o excitantes experiencias y otras desean encontrar la monotonía para sentirse plenos. 

Los inicios de año están cargados de este tipo de propósitos para buscar ese bienestar mediante el ejercicio físico, la búsqueda de una pareja, la pérdida de peso… y si bien cada uno tiene un camino personal, les propongo unas recomendaciones genéricas para estar un poco mejor cada día. Existen doce sencillos pasos investigados científicamente y recomendados por la profesora de la Universidad de California, Sonja Lyubomirsky; que deben ser ejercitados diariamente en la vida cotidiana, ya que la felicidad es algo que requiere esfuerzo y estas actividades exigen un compromiso de realización (la felicidad requiere trabajo, pero la recompensa es inmejorable).

Los pasos son los siguientes: 
1- Expresar gratitud por las pequeñas cosas de la vida 
2- Cultivar el optimismo 
3- Evitar las comparaciones con los demás 
4- Practicar la amabilidad 
5- Cuidar las relaciones sociales y ampliarlas 
6- Desarrollar nuevas estrategias de afrontamiento ante los problemas 
7- Aprender a perdonar (y no cargar con el rencor) 
8- Involucrarse en una actividad en la que se esté completamente absorto 
9- Saborear la alegría de la vida por pequeñas que sean 
10- Comprometerse con objetivos 
11- Practicar la aceptación (de sí mismo y de las circunstancias)
12- Autocuidado y actividad física diaria 



sábado, 5 de enero de 2013

¿Antidepresivos o caramelos?

Fue en el reciente 1998 cuando sonó cierta alarma en el statu quo de la salud mental, donde parecía todo muy establecido, incluso se había llegado a un acuerdo tenso entre psiquiatría y psicología para la intervención en salud mental; pero en aquel año, Irving Kirsch (profesor de Harvard) y Guy Sapirstein (Universidad de Connecticut) presentaron un informe donde exponían sus incendiarias conclusiones; en las cuales estos autores decían que el efecto de los antidepresivos podían explicarse por el efecto placebo (efecto placebo es la reacción al administrar un fármaco que no se debe a su composición química sino a peculiaridades psicológicas), es decir, el antidepresivo no funciona por su fórmula química sino por lo que la persona espera obtener al tomarlo.

Kirsch inició sus investigaciones en los efectos placebos comparando el efecto que tenían los antidepresivos y sustancias inocuas, sorprendido por la similitud de resultados quiso ir un paso más, y comparó el efecto de los antidepresivos y los depresógenos, que en principio deberían arrojar unos resultados lógicamente discrepantes, pero lo que ocurrió es fueron curiosamente similares en su eficacia contra la depresión (tanto antidepresivos como depresivos mejoraban el ánimo); esto se explica debido a que la expectativa de la persona era de que ambos servían para lo mismo (mejorar los ánimos), y los efectos secundarios daban una sensación de estar tomando un fármaco funcional. Para Kirsch, los antidepresivos no son más que otro tipo de placebos, con efectos secundarios que potencian la sensación de utilidad del fármaco. Su revolucionaria conclusión, en contra de la opinión médica habitual, pone en entredicho la práctica común de la psiquiatría que basan sus actuaciones en la administración de fármacos como primera medida ante un síntoma de tristeza (incluso la atención primaria receta antidepresivos como ligereza).

Lo que podemos sacar de estas investigaciones y meta-análisis (estudio de varias investigaciones) que utilizan el método científico es que los fármacos no deberían ser el tratamiento de primera elección en depresión debido a los efectos secundarios que tienen, al alto coste de los mismo (pueden cronificar su administración durante décadas) y al porcentaje de recaídas que tienen los consumidores de estas sustancias. En algunas sanidades públicas, como la del Reino Unido las recomendaciones basada en la evidencia (estudios de eficacia y eficiencia) el tratamiento de primera elección en depresión leve y moderada es la psicoterapia, ya que aunque a corto plazo tiene los mismo resultados que los antidepresivos, a medio y largo plazo tiene un menor porcentaje de recaídas.

Es de entender, que el sector médico, el farmacológico y sus usuarios, no reciban bien este tipo de estudios; pero algunos países ya están recomendando y protocolizando la psicoterapia como primera elección para la depresión debido a sus resultados y a la falta de efectos secundarios (riesgos para la salud como son la disfunción sexual o la mortalidad).