Según los datos obtenidos por la Encuesta sobre Alcohol y Drogas en España 2011-2012, el consumo de drogas ilegales ha disminuido, por el contrario nos encontramos con una duplicación en el número de personas que toman somníferos y tranquilizantes, pasando del 5,1% en 2005 al 11,4% en 2011.
Este tipo de sustancias se han vuelto muy cotidianas en nuestra sociedad, en nuestro vocabulario y en nuestro botiquín particular. A este uso tan popular se le conoce como PSIQUIATRIZACIÓN social.
Los motivos de esta subida de los psicofármacos no está clara, por un lado se achaca a la situación económica que ha generado mayor estrés en la mayoría de la población (desempleo, incertidumbre de futuro, migraciones, embargos), por otro lado se alude a la patologización de casos que antes eran considerados o tratados de otra forma, como la timidez o la desobediencia de los menores; posiblemente ambas ideas sean correctas y estén generando que una de cada diez personas use de forma frecuente esta medicación.
Las consecuencias aún están por determinar, puesto que los datos no establecen si es uso o abuso, aunque se especula con la automedicación y el consiguiente peligro de la misma. De cualquier manera, una sociedad cada vez más necesitada de psicofármacos es una sociedad que sufre y trata de paliar ese sufrimiento con fármacos.
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